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domingo, 5 de octubre de 2014

LA INDEPENDENCIA Y LA ECONOMIA

O lo que es lo mismo, la Utopía y la Realidad, ambas con mayúsculas. Sobre la Utopía nada que decir, cada uno es libre de figurarse lo que quiera. Pero sobre la Realidad ya es otra cosa. Vivimos, lo queramos o no, en un mundo regido por la Economía desde el inicio de los tiempos y todo parece indicar que continuaremos así muchos siglos más.

Esto de la Economía puede ser todo lo complicado que se quiera. De hecho se estudia en las universidades como una ciencia más. Pero la base en que se sustenta es de lo más simple y cotidiano: el intercambio de bienes y servicios. Las naciones hacen sus ofertas de lo que producen a cambio de otros bienes que necesitan. Y si en ese proceso se genera algún beneficio, pues se acumula a lo que se tenga y ya está.

Para controlar este intercambio se necesita una unidad de medida, que es la Moneda Nacional, en nuestro caso desde hace ya algún tiempo, el Euro. Medimos pues en Europa las relaciones económicas en euros, los americanos en dólares, Japón en Yenes ...

Si comparamos un país con otro, pongamos por ejemplo Francia y Portugal, y aunque la moneda sea la misma, su valor real no lo es. ¿Por qué? Pues porque el nivel de desempleo en cada país es diferente, las tasas de interés internas tampoco lo son, el producto interior bruto, la inflación, la balanza comercial ... y podríamos seguir enumerando factores.

Pongamos por caso que una parte de un país quiera independizarse del resto. Tiene dos opciones en lo que respecta a la moneda: continuar con la del país del que se quiere independizar o crear otra nueva. Ambas opciones están llenas de complicaciones y al final son muy parecidas. Al fin y al cabo la moneda representa la riqueza del país y ése es el meollo de la cuestión: el valor de la nueva moneda tiene que ser representativo de la riqueza del nuevo país. Pero el nuevo país ¿cómo es de rico? ¿cuáles son sus principales productos para que los demás países los deseen? ¿Petróleo, Oro, Minería, Industria competitiva, Sector primario fuera de lo común? Si no es así, forzosamente tendrá que haber una devaluación, y si de algo vale la Ciencia Económica es para decir que cuando se produce la devaluación se produce automáticamente un aumento de la inflación, una disminución de los ahorros, una pérdida del salario real, corralitos ... También hay algunos efectos positivos, como el aumento de las exportaciones pero ¿el nuevo país tiene capacidad exportadora? ¿sus productos son deseados en el extranjero?

Es decir, el resultado de la independencia es el desequilibrio de las cuentas públicas debido al aumento de las importaciones, el descenso de las exportaciones, asumir gastos que corrían a cargo del anterior Estado, como las pensiones. También tendrá que hacer frente a sus anteriores deudas con una moneda devaluada, etc. Pero por encima de este desequilibrio surge el descontento social. El panorama que se le presenta a la nueva nación no puede ser más intranquilizador: Fugas de empresas, fugas de depósitos bancarios, falta de expectativas económicas, es decir, falta de estabilidad y de confianza en el nuevo país. No es difícil imaginarse la situación.

No obstante, hay personas que aún admitiendo todo esto prefieren vivir en la Utopía en lugar del Mundo Real, y para que sus fantasías sean completas tratan de arrastrar a los demás utilizando para ello toda clase de recursos sin cuestionarse si son éticos o no.

jueves, 2 de octubre de 2014

EL PANORAMA NACIONAL

Estamos bien. Ya estábamos acostumbrados a los despilfarros y corrupciones de Andalucía, con sus ERES, sus apropiaciones de los fondos para los cursos de formación, etc., cuando salta la corrupción de los Pujol. Después, para tapar este hecho aparece Artur Mas firmando su decreto de “consulta” en una escena teatral propia de las películas de la Tabla Redonda, cuando el caballero iba a adoptar una sublime y transcendental decisión, que en este caso era  consumar su delito de sedición. Ayer saltaba asimismo el escándalo de las tarjetas negras de Caja Madrid y ahora mismo estamos asistiendo a la oposición del PSOE en el parlamento europeo al Sr. Cañete como comisario europeo de energía y medio ambiente.

Analicemos por partes:

1º Andalucía. La Junta de Andalucía le está sacando personal auxiliar a la jueza Alaya con el fin de dificultar lo más posible las investigaciones, es decir, para tratar de que siga el régimen de corrupción implantado hace más de treinta años. Dicho en modo coloquial, “seguir trincando”. Y mientras tanto los españoles aguardamos pacientemente  que algún milagro nos de a conocer a todos y a cada uno de los golfos implicados en semejante porquería. Los quisiéramos conocer a todos, con nombres y apellidos. A ver si algún día es posible.

2º Pujol. No basta con que ese señor haya reconocido que defraudó a la Hacienda Pública durante toda su vida política. Es que tiene que devolver lo que se apropió de modo indebido. ¿O no? Y no solamente él, sino su señora esposa y sus hijos también. Algunos (o muchos) no entendemos la postura de la justicia que, una vez tomada declaración, les deja salir de nuevo a la calle ¡sin cargos!. ¿Por qué la fiscalía actúa de un modo en algunos casos y de otro modo en otros? Si el Sr. Bárcenas está en prisión preventiva  ¿por qué no lo está también el Clan Pujol?

3º Mas. Ha incurrido en desobediencia al Tribunal Constitucional, o en sedición, o si se prefiere, en traición al Estado. Serán los tribunales los que digan exactamente cuál es su delito, pero el ciudadano desde la calle sabe que se ha enfrentado a la Ley y que eso no puede quedar impune.  Parece que la inhabilitación para cargo público sería la medida inmediata a adoptar. Respecto a este tema de Cataluña hay que recordar la frase del Sr. Baldoví, valenciano, haciendo el símil de que cuando una hija es mayor de edad tiene derecho a irse de casa. A lo que se puede responder: Sí puede irse, pero dejando su habitación. Y mientras esperamos las medidas enérgicas del Gobierno para parar semejante desfachatez e insumisión, seguimos aportando fondos para pagar nóminas, pensiones, facturas y demás deudas originadas por un gobierno regional ocupado únicamente en su proceso soberanista que interesa solamente a los políticos nacionalistas.

4º Caso Bankia. O Caja Madrid. Acabamos de enterarnos que una de las causas de la quiebra de Bankia fue la llamada “Tarjeta Negra”. O sea, los directivos de Bankia (o Caja Madrid) en la época del Sr. Blesa disponían de una tarjeta de crédito de la que podían disponer libremente para hacer todo tipo de gastos (trajes, comidas…) independientemente de las tarjetas que usaban como gastos de representación. Estos gastos eran totalmente opacos para Hacienda y no figuraban ni como retribución en especie ni como nada. Simplemente era dinero negro. Según señala el diario Expansión: “Entre los gastos realizados por los exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid destacan 3 millones de euros en restaurantes, 2 millones en disposiciones de efectivo, más de 1,5 millones en desplazamientos y viajes, más de 1 millón en grandes superficies, cerca de 800.000 euros en hoteles y unos 700.000 euros en ropa y complementos”. Y aquí si que no hay color político. Todos se anotaron al despilfarro, desde las derechas hasta las izquierdas pasando por los sindicalistas.

5º Comisarios europeos. Acabamos de ver que algunos parlamentarios españoles en Bruselas se oponen a que un español sea comisario de Energía y Medio Ambiente. Los motivos que aducen es que es “machista” y que su cuñado tiene acciones en alguna empresa petrolífera. O sea, de lo que se trata es de que todo aquel que no sea de su partido es un enemigo a batir. No importan los intereses de la nación, sino los del partido, no sea que el candidato lo haga bien y su partido se refuerce. Por eso hay que atacarlo. Nosotros los ciudadanos… pues que no importamos.